Suelo llevar un precioso letrero, en el que pone "gilipollas" en la frente, iluminado como esos carteles enormes que salen en las películas de Las Vegas.
Cometo estupideces día a día, soy torpe como la que más, y poco a poco me voy dando cuenta de lo perra que es la vida.
Ando por la calle, y aunque parezca mentira, siempre suelo quedar mal. Sonrío a desconocidos, señalo sin educación, me río desmesuradamente, vacilo sin tón ni són.
Me hace gracia cuando alguien me dice que soy fea; eso es algo que ya sabía.
Me encanta reírme de esas pequeñas cosas.
Esto es opcional: o ríes, o lloras.
Ríe, llorar es demasiado fácil.
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